Se desarrollará en cuatro jornadas en los meses de marzo y abril. 5 y 19 de marzo / 2 y 9 de abril
Después de la celebración del Trofeo Náutica Digital, llega ahora el Trofeo Astobiza para barcos de la clase Regata, Crucero y monotipos J80. Serán cuatro jornadas de competición: 5 y 19 de marzo; y 2 y 9 de abril. Las tripulaciones siguen así tratando de buscar las mejores sensaciones de cara a la parte más intensa del calendario del Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club que tendrá lugar desde el mes de mayo. Antes, se disputa este Trofeo Astobiza, en el que se volverá a premiar la regularidad de las embarcaciones que tomarán parte en cada una de las clases en liza.
Las salidas de las pruebas de los barcos de la división J80 serán cada jornada a las 11 horas, mientras los cruceros recibirán la salida a las 12 horas. En total, serán cerca de 40 las embarcaciones que navegarán a lo largo de las cuatro jornadas previstas.
El Fhimasa Escuela de Vela José Luis de Ugarte de Nicolás Viar entre los monotipos de la clase J80; el Alpega de Alfonso Churruca en la clase Regata; el Kribi de Juan Manuel Pereiro en la clase Crucero I; y el ‘Kohen’ de Juan Carlos Estefanía en Crucero II han sido los primeros vencedores del año tras el ya disputado Trofeo Náutica Digital.
Sobre el patrocinador. Astobiza:
Las instalaciones de la bodega Astobiza se levantan en 2006, tras diez años de exclusiva viticultura, desde la plantación inicial en 1996, elaborando en 2007 la primera cosecha. Concebida como una unidad de explotación profesional, la Bodega Astobiza nace y se desarrolla con el propósito de crecer en innovación y calidad. Desde la familia Abando-Moyua, Xabier Abando, empresario apasionado del vino e impulsor de la bodega, y Begoña Moyua, Señora de Astobiza y apoyo de Xabier, aportan el impulso ilusionante a la misma.
Astobiza se rige por los principios de transparencia, cercanía e identificación con el proyecto familiar, algo a la vez coherente con una filosofía basada en la innovación y la investigación. La bodega Astobiza está arraigada a la tradición vinícola del Valle de Ayala, cuyos orígenes se remontan a los primeros escritos datados en el año 864, en Retes de Llanteno. Las instalaciones de Astobiza se levantan a pie de viñedo, de manera que tierra y edificio son un todo en el núcleo de producción de su vino.
Manteniendo contiguo el viejo caserío del siglo XVIII, la moderna planta de producción y almacenaje complementa el paisaje agrícola con una arquitectura tradicional y una dotación de vanguardia. Conciben el cuidado del campo como algo tan importante como el propio proceso de elaboración del vino. Con una filosofía basada en la sostenibilidad, los valores de preservación del medioambiente y de mantenimiento de la tradición, protegen y miman el campo para que su fruto sea el esperado, respeto por el terruño, sin técnicas invasivas y con la mínima mecanización.